miércoles, 23 de mayo de 2012

"Análisis del proceso histórico reciente" - Marzo 2011

Introducción
En este momento que nos acercamos a interpretar la realidad, a revisar y analizar esta coyuntura precisa vamos a necesitar repensar semejante hecho puntual como fue la muerte de Nestor Kirchner, máximo representante del proyecto kirchnerista y operador político del mismo. Debemos hacer el ejercicio tras ver lo que paso hasta aquí cómo y de que manera se podría llegar a abrir otro proceso político y/o económico en el lapso de algunos años y que características tendrá según la tendencia que vayamos avizorando.
Antes de la muerte de NK veníamos pensando que este gobierno tenía una proyección en el poder de cómo mínimo 8 años aproximadamente (“hasta el 2020” según las propias palabras de Kirchner). Posiblemente una reelección de Cristina alargue 4 años más de continuidad a este proceso histórico o bién podría producirse un cambio de etapa (situación) en este proceso ya sea por medidas de gobierno o por una renuncia a la reelección. De todas maneras pudimos ver en estos días un apoyo político explicito “al gobierno y al proceso” de parte de Moyano y Scioli, quienes podrían haber sido principales competidores para un proyecto politico de ruptura con el kirchnerismo sin kirchner. Esto último nos evita sacar hipótesis apresuradas de lo que puede pasar en el corto plazo dándonos un changüí temporal para reforzar los análisis a partir de aquí.

Caracterización del poder político hegemónico: proyecto kirchnerista y legado de gobierno
Es necesario aquí, sin que hagamos un compendio de 10 hojas, revisar las alianzas políticas del poder hasta hoy gobernante y las formas que fue adquiriendo. Enmarcando esto como ya dijimos, en un proceso histórico denominado Kirchnerismo, y a pesar de poseer algunos rasgos similares en lo político y en lo económico, lo iniciado en 2003 no podemos decir que es meramente una continuidad a los procesos anteriores.
Se puede afirmar hoy que NK junto a sus asesores políticos logró remodelar la imagen (es decir la coraza) de la política y la institucionalidad del poder en la Argentina, abatida luego del proceso de Deslegitimación de la Política previo. Proceso que abarcó desde el final del Menemato (1998) pasando por el fracaso de la Alianza y el Argentinazo (1999-2001) hasta el asesinato de Kosteki y Santillan y el adelantamiento electoral durante el interinato de Duhalde (2001-2003). En este sentido hay que atreverse a cuestionar si es que luego del 2001 cambió estructuralmente algo como para dar nacimiento a una nueva etapa o fue simplemente un gran acontecimiento que se disipó rápidamente al cabo de unos meses tras la desorganización popular. 
Con respecto a lo anterior, si bien Nestor Kirchner pertenecía al aparato del PJ, la política de Santa Cruz respondía más a un pequeño feudo despoblado que a la agitada dinámica de la política nacional de los últimos años. Este nuevo proceso histórico que inauguró NK al asumir la presidencia requirió principalmente de un pacto con el duhaldismo y una herencia obligada de construcción de poder político para sobrevivir. A Duhalde en su momento no le quedó otra que intentar “crear” un delfín político (es decir un sucesor que respondiera a él) para mantener a Menem lejos del poder e inclusive derrotarlo definitivamente en las urnas.
Sin embargo en política nadie quiere ser delfín de nadie, y es aquí que NK aprovecho esta herencia para perfeccionarla a tal punto de generar una especie de golpe de timón. En este sentido el proceso político de los últimos 7 años podemos comprenderlo sintéticamente como un perfeccionamiento de la política de alianzas duhaldista (ARREGLO CON EL CONURBANO + ARREGLO CON PROVINCIAS LEALES + RELACIÓN ESTRECHA CON LA CGT) sumado a la remodelación de la imagen de la institucionalidad estatal (MEDIDAS PROGRESISTAS + RETÓRICA DE JUSTICIA SOCIAL). Aquí tendremos que examinar con detenimiento estos factores de relevancia. 

Formas Pejotistas del kirchnerismo
Para constituir y mantener un aparato político propio NK debió acudir a conjugar rápidamente: clientelismo (política del puntero), obras públicas mediante concesiones y negociados –algunos fraudulentos- (caso Skanska para la construcción de gasoductos), corrupción e impunidad (caso de las valijas de Antonini Wilson para la campaña de CFK), sobornos a legisladores para la aprobación de leyes (Roxana Latorre, Carlos Menem, intento de aprobación del presupuesto2011), prevendas y cargos políticos para intendentes, jefes provinciales, sindicalistas y “militantes sociales”, y finalmente disciplinamiento de la estructura política del proyecto (separación de cargos públicos a Redrado del Banco Central, Delia, Persico y los Libres del Sur del ámbito de Desarrollo Social, Alberto Fernandez y Graciela Ocaña de la primera plana del poder político).

Relaciones con los diferentes actores, alianzas y enfrentamientos del poder político kirchnerista

Con los “Barones” del Conurbano
En 1992 Duhalde (ex intendente de Lomas de Zamora y vicepresidente en ese tiempo) al momento de ser candidato a Gobernador le exigió a Menem (su presidente) recursos -antes destinados a las provincias- en favor del conurbano. A partir de ahí Duhalde tuvo 600 millones de pesos anuales (actualmente es de 4.500) para repartir en el Gran Buenos Aires destinado a obras públicas, planes asistenciales y creación de estructura clientelar (en Duahlde representó una red de 35.000 manzaneras) con el fin de ser catapultado a la presidencia.
Una característica de los “Barones” es que gobiernan municipios con gran concentración de pobreza. Estos municipios representan el 40% de los votos en el padrón electoral. Estos jefes políticos controlan extensos aparatos clientelares por medio de concejales y punteros y se encuentran en relación estrecha con el gobierno Nacional y Provincial (Scioli) a través de convenios de obras publicas y otorgamiento de planes asistenciales para mantener quieta a la pobreza.
Sin embargo no todos tienen el mismo nivel de adhesión al gobierno nacional y debemos desglosarlos en diferentes grupos:

Algunos barones K peronistas: Alberto Descalzo (Ituzaingo), Raúl Othacehé (Merlo), Mario Ishii (Jose C. Paz), Julio Pereyra (Florencio Varela), Dario Giustozzi (Alte. Brown), Hugo Curto (Tres de Febrero), Alejandro Granados (Ezeiza), Marcelo Coronel (Gral. Rodríguez), Baldomero “Cacho” Alvarez (jefe político de Avellaneda).

Algunos barones K no peronistas: Enrique García (UCRK int Vicente López), Ricardo Ivoskus (ex ARI int San Martin).

Algunos baronesadherentes independientes” al gobierno K de la derecha peronista: Sergio Massa (Tigre), Pablo Bruera (La Plata), Luis Acuña (Hurlingham), Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas), Aldo Rico (jefe politico de San Miguel), entre otros.

Adherentes de centro-izquierda peronista que gobiernan o ejercen influencia en algunos distritos: “Barba” Gutierrez (Quilmes), el espacio Nuevo Encuentro Popular de Martin Sabatella (Morón) y Carlos Heller (PC de Capital Federal).

Con las Conducciones Sindicales
A priori podemos recordar que la CGT es una central sindical nacida de la ex USA (Unión Sindical) heredera de la FORA del 9º Congreso (Anarquistas, Socialistas, Comunistas y Sindicalistas Puros). Desde la década infame (los años 30´) esta central sindical pasa a ser representada por dirigentes burocráticos. Desde los inicios del Peronismo la burocracia refuerza su posición aliándose al gobierno como la “columna vertebral” de un movimiento estatalista. Para la década del 60 ya existían en la CGT los llamados “gordos”: dirigentes burocráticos y mafiosos con gran capacidad de movilización y en algunos casos con proyectos políticos propios (la “Patria Metalurgica” de la UOM de Lorenzo Miguel). Durante el menemato todos los gordos de la CGT se encolumaron con el gobierno y las privatizaciones desempleadoras. Los únicos que plantearon un resistencia desde el movimiento obrero fueron el MTA de Hugo Moyano y un grupo de Sindicatos anclados en la tradición de la CGT de los Argentinos y el programa de Huerta Grande (Sindicalismo Clasista y Autónomo de los 70) que formaron en 1991 otra central sindical con ese perfil: la CTA. En el 2003  Moyano se convierte en Secretario General de la CGT –hoy en día con 2 millones y medio de afiliados- y se acerca a NK cuando este último gana las elecciones.
Haciendo un paréntesis en el análisis propuesto podemos afirmar que no todos los aliados al proyecto K quieren compartir la conducción en el proyecto K. Para esto cabe recordar el inicio del enfrentamiento del moyanismo con los “barones” del conurbano. En las últimas décadas los recolectores de residuos (adheridos a Camioneros) con Moyano a la cabeza, obtuvieron grandes aumentos salariales en disputa con los municipios del conurbano. El pago por el servicio de recolección de residuos representa en algunos casos la mitad del presupuesto de cada municipio.
Mas tarde la disputa se presenta en el plano político cuando Moyano presiona para suplantar en la presidencia del PJ bonaerense al convaleciente Balestrini (antes garantía de poder y uno de los mas grandes jefes políticos del conurbano).
En el caso de CTA –central sindical de 1 millon y medio de afiliados- la historia es más simple. Esta central sindical esta compuesta por sectores del sindicalismo peronista progresista (Hugo Yasky), de la militancia cristiana de base (De Gennaro, Micheli), y sectores gremiales de la izquierda tradicional (PC, PCR, PO, MAS, MST, PTS, etc). Si bien la CTA fue fundada bajo los principios de independencia de los partidos políticos y gobiernos –aprendiendo de la historia y levantando viejas banderas del sindicalismo clasista-, la disputa del sector peronista encabezado por Yasky y la CETERA (confederación de maestros) visibilizó una alianza con sectores denominados “progresistas” de la CGT (Moyano y Piumato) y con el gobierno nacional, con el fin de obtener reconocimiento legal para la central. A pesar de enturbiar los resultados en las últimas elecciones no recibió premio del gobierno y nunca sucedió tal cosa. Es mas, aun hoy no se llegó a un acuerdo sobre quien ganó las elecciones y el sector ligado al kirchnerismo rompió códigos al pedirle al Estado (Min. de Trabajo) que fiscalice el proceso estancado.
Para ir sistematizando el actual mapa del Poder sindical en Argentina estaría representado de la siguiente manera en 5 grupos:

Burocracia de la CGT aliados al gobierno K –conducción de la CGT-: Clan Moyano (Camioneros, Residuos, Repartidores de Diarios –se esboza ambición y proyecto político nacional similar al de Lorenzo Miguel en los 70-), Omar Viviani (Peones de Taxi), Facundo Moyano (Peajes), Omar Suarez (Maritimos), Juan Carlos Schmid (Navales), Julio Piumato (Judiciales) –este último con posturas mas progresistas-.
También conviene ubicar acá al sector de la vieja conducción de CTA encabezada por Hugo Yasky (maestros).

Burocracia de la CGT cercanos al gob. K: Antonio Caló (UOM) José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Andrés Rodríguez (UPCN), etc.

Burocracia de la CGT distanciados del gobierno K: Armando Cavalieri (Empleados de Comercio), Oscar Lescano (Luz y Fuerza Cap. Federal), Carlos West Ocampo y Rodolfo Daer (Sanidad), Gerardo Martínez (UOCRA), José Pedraza (Unión Ferroviaria), etc.

Burocracia sindical opositora al gobierno K: CGT Azul y Blanca -encabezada por Luis Barrionuevo (Gastronómicos) y otros gremios como el de los Plásticos, Estaciones de Servicio, Seguridad, Químicos y Papeles-, las históricas y hoy obsoletas “62 Organización Peronistas” encabezada por Gerónimo Vanegas (peones rurales).

Conducciones sindicales progresistas opositoras al gobierno K: actual conducción de CTA encabezada por Pablo Micheli (ATE).

Con los Gobernadores y feudos
“La disputa por la apropiación de las rentas fiscales, particularmente las generadas por la aduana de Buenos Aires, es una de las claves para entender los enfrentamientos entre federales y unitarios previos a la Organización Nacional de la segunda mitad del siglo XIX.” (“La coparticipación federal de impuestos”; Alieto Aldo Guadagni; Econometrita S.A. http://www.econometrica.com.ar).
Basándonos en el carácter histórico y la vigencia de esta cita podemos trazar brevemente un paralelo con el trascurrir del siglo XX para entender hoy la ley de coparticipación federal y la relación de la administración K con los gobernadores.
La llamada Ley de Coparticipación Federal de los Impuestos Nacionales -entre la Nación y las Provincias- determina que a través de los impuestos nacionales recaudados, constitucionalmente –articulo 75- el Estado Nacional debe distribuir equitativamente esos ingresos para garantizar la igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional. Obviamente a lo largo de la historia los diferentes gobiernos nacionales centralizados en Buenos Aires han ido modificando según la conveniencia la interpretación de este mandato. Durante el 3er gobierno Peronista (73-76) la coparticipación de los ingresos con las provincias llegó a un 52,4 %. Durante la Dictadura se reduce al 32 %. A finales del gobierno de Alfonsin (1989) la coparticipación volvía a ascender a un 57,66% -máximo valor histórico-, siendo el resto retenido por el Estado Nacional.
A lo largo del proceso histórico neoliberal menemista, la crisis del 2001 y el proceso kirchnerista, la remesa distribuida entre las provincias se redujo a un 27% de la recaudación nacional. Las últimas décadas de nuestra historia están marcadas por un manejo absolutamente discrecional por parte del Estado Nacional de los recursos que hipotéticamente deberían llegar a cada provincia según la Constitución Nacional. El Kirchnerismo marca una mera continuidad en este sentido y, siendo consecuente con el perfeccionamiento de la política duhaldista, hizo y deshizo con el Tesoro Nacional según la afinidad o la disidencia con el proyecto. Esto determinó el acomodamiento de los actores provinciales en distintos grupos:  

El primer grupo se caracteriza por recibir un trato privilegiado en cuanto a obras públicas y subsidios vía Ministerio de Desarrollo Social, Trabajo, Salud y Planificación a cambio de una lealtad ciega al proyecto K. Estos gobernadores son Daniel Scioli (PJ Buenos Aires), Sergio Urribarri (PJ Entre Ríos –opositor a Busti-), Luis Beder Herrera (PJ La Rioja –opositor a Menem-), José Luis Gioja (PJ San Juan –administración feudal-), Jorge Capitanich (PJ Chaco), Juan Manuel Urtubey (PJ Salta –opositor a Romero-), Gildo Insfrán (PJ Formosa –administración feudal-), Maurice Closs (PJ Misiones –opositor a Puerta-), Celso Jaque (PJ Mendoza), Walter Barrionuevo (PJ Jujuy), Jorge Alperovich (PJ Tucumán) y Daniel Peralta (PJ Santa Cruz –administración feudal de los K-). Acá es importante destacar que en cada provincia donde mencionamos “opositor a…” significa una interna abierta con figuras feudales del Peronismo “Federal”. También es de interés aclarar que cuando señalamos a una administración como “feudal” nos referimos en este sentido al histórico andamiaje de gobierno de las provincias, con caudillos –conservadores o progresistas- instalados en el poder por décadas, algo inherente al peronismo, característico en este país y en América Latina.

En otro grupo similar de gobernadores se encuentran Miguel Saiz (Radical K de Río Negro), Gerardo Zamora (Radical K de Santiago del Estero) y Jorge Sapag (MPN de Neuquén –clan feudal opositor a Sobisch-) quienes, a pesar de pertenecer a otro signo político, vinieron manteniendo una estrecha relación político-económica (recepción de fondos a cambio de apoyo político) con el gobierno K.

En menor medida el Estado nacional vino cediendo fondos a gobernadores no muy afines al denominado proyecto “nacional y popular”, pero no necesariamente enfrentados con este. Algunos de ellos son Juan Schiaretti (PJ autónomo de Córdoba) y Oscar Jorge (PJ La Pampa).

En relación formal, es decir ni cerca ni lejos del gobierno K se encuentran Hermes Binner (PS Santa Fe), Fabiana Ríos (Partido Social Patagónico de Tierra del Fuego, ruptura del ARI), Eduardo Brizuela del Moral (ex Radical K Catamarca) y Ricardo Colombi (UCR Corrientes). Estas provincias han tenido numerosos problemas para llevar fondos nacionales por no cerrar filas con el proyecto K-algo pudimos experimentar con el “Argentina Trabaja”-.

Totalmente enfrentados al gobierno se encuentran Mauricio Macri (PRO Capital Federal), Alberto Rodríguez Saá (PJ Federal de San Luis –administración feudal-) y Mario Das Neves (PJ Chubut).

Consecuencias de un puñado de leyes progresistas y una retórica de argentinidad
Desde que asumió NK hubo una tendencia a acercar a sectores de izquierda y de clase media para dividir el llamado campo popular y progresista. Una de las primeras muestras tuvo que ver con el reinicio de los Juicios a los Genocidas de la Dictadura. Antes de esto solo se hacían “juicios orales por la verdad histórica” como expresión simbólica de las agrupaciones de DDHH o juicios por apropiación de bebes. Las causas por lesa humanidad se encontraban cerradas tras los indultos menemistas. Esa fue la época del “si no hay justicia hay escrache”. Lo que siguió a la reapertura K de los juicios fue la anulación de las leyes alfonsinistas de Obediencia Debida y Punto Final. Es decir que se pudo empezar a juzgar a cualquier genocida de cualquier rango y reabrir causas a la cúpula del Terrorismo de Estado. Esta medida sumó las voluntades de las organizaciones de DDHH que estaban vegetando en la escena política argentina hasta ese momento (HIJOS, Madres de todo tipo, Abuelas, CELS).
Otra medida de gran resonancia fue el lanzamiento de una asignación a la niñez lanzada en el marco de la Asignación Universal por Hijo. Si bien la medida es innovadora en cuanto a derechos y recursos a la población infantil es incomprensible como un niño puede vivir con 130 pesos mensuales.
La famosa ley de Comunicación Audiovisual o “ley de medios proporcionó algunas herramientas para la autonomía comunicacional de los pequeños medios de comunicación, ONG´s e inclusive medios alternativos y organizaciones sociales. De esta manera accedieron a la posibilidad de armar o modernizar los medios por los cuales transmitían información. Su total implementación pudo haber permitido al gobierno K quitarle el monopolio a grupos concentrados de medios ligados a las transnacionales, pooles de siembra (es decir inversores del capital financiero) o a los grandes terratenientes del país. En la vereda de enfrente al gobierno tras estas iniciativas se encontraron el Grupo Clarín (TN, Radio Mitre, Cablevisión, TyC), grupo La Nación (diario La Nación , revista Rolling Stone), el grupo Telefónica (Telefónica, Telefe) grupo UNO y America medios –de Vila, Manzano y De Narváez- (America TV, diario UNO, diario La Capital), Cadena 3 de Córdoba, y podemos seguir nombrando algunos monopolios mas. Esta cruzada K por los medios tuvo no solo las adherencias lógicas de Radio Nacional, Canal 7, artistas y personajes de la cultura junto a medios alternativos sino que además otros monopolios eligieron hacer negocios con NK y sacar provecho de las desmonopolización. Algunos de ellos fueron el fascista Daniel Hadad (C5N, Infobae, Radio 10), Canal 9 y Encuentro.
La batalla por la “ley de medios” se encuentra varada en tribunales tras la muerte de Nestor Kirchner (antes de morir decidió no presionar a la Corte Suprema por este tema) quedando la implementación completa de la ley trunca. En definitiva aun no esta vigente.
Otras medidas progresistas del gobierno que acaparó adhesiones fueron la ley de matrimonio igualitario y la estatización de los fondos jubilatorios enterrados por las AFJP beneficiadas por el menemismo, por mencionar algunas.

En medio de la crisis “viento a favor”: contexto económico
Como consecuencia de la crisis financiera y monetaria mundial[1]del 2008 –originada en EEUU- estamos hoy 2010 atravesando una etapa de “guerra de divisas” expresada hace unos días durante la cumbre del G20. Esto quiere decir que luego de fenómenos tales como la sobrevaloración de los productos, el alto costo de la materia prima (petróleo y metales industriales) y una crisis mundial alimentaria sin antecedentes, repercutió en EEUU hacia el 2008 en una crisis financiera, crediticia y monetaria generando un temblor en la economía mundial. En EEUU la crisis -que ya había empezado a mostrar señales en 2007- se sintió en 2008 a través del alto nivel de desempleo, la inflación y la quiebra de un centenar de Bancos y entidades usureras. Es a partir de ahí que EEUU y Europa (gran repercusión de la crisis española, griega, irlandesa y francesa) empiezan a replantear sus políticas monetarias y de cambio para con el resto del mundo. EEUU particularmente esta intentando trasladar la crisis al resto de las economías para alivianar sus deficiencias internas. De esta manera pretende devaluar su moneda –la más importante del mundo- para lograr más competitividad de sus precios en el mercado. Pero esta devaluación requiere de una sobrevaluación de las otras monedas -principalmente de sus competidores directos-. En la última cumbre del G20 realizada a principios de noviembre Obama estuvo intentando el acompañamiento de Europa -que no logró- para presionar a China y Brasil para la sobrevaluación de sus monedas –tampoco lo logró-. Ambos países tienen un ritmo de crecimiento económico importante y no pondrían en juego tal rumbo. Sin embargo estas nuevas potencias económicas temen que EEUU comience a violar las reglas de juego planteadas por ellos mismos en la OMC acerca de la libertad de mercado, recurriendo al proteccionismo y al subsidio de la industria en su propia economía –por ejemplo frenando la importación a su país para promover la sustitución-.

La economía local
Debemos recordar que durante el inicio del neoliberalismo, el proceso menemista estuvo signado de privatizaciones, ajuste fiscal en detrimento de los derechos sociales. La segunda parte de la película (aun no terminó) trajo consigo un modelo extractivo-exportador como modo de plantear la economía local, enmarcándolo así en la continuación del vaciamiento del tercer mundo. Para esto hace años grandes capitales del primer mundo están saqueando los recursos naturales cada vez más escasos. Monsanto, Louis Dreyfus Group y Nidera son algunas de las transnacionales que se dedican a hacer negocios rentables a costa del suelo local. La Meridian Gold, La Alumbrera y la Barrick Gold son algunas de las empresas que, en sociedad con los gobiernos nacional y provinciales se dedican a abrir montañas para sacar minerales y contaminar ríos y poblaciones en Argentina. Nestle y Danone están ya comercializando el agua dulce de nuestras cuencas acuíferas –únicas en el mundo- y no van a dudar en llevársela a donde paguen más en caso de escasez. Además de la explotación del suelo y la extracción salvaje de minerales, estas multinacionales también están contaminando gravemente el hábitat y ecosistema, y extienden el monocultivo y la consiguiente pérdida de biodiversidad. Podemos concluir con que el plan IIRSA que pudimos empezar a investigar durante el ELAOPA esta puesto en marcha en el continente para facilitar el trabajo a las economías del primer mundo.
Con respecto al marco global, lo que ocurra en EEUU con respecto a la crisis y sus políticas de proteccionismo no repercutiría directamente en Argentina ya que, y a diferencia de los 90, nuestra economía no depende tanto del país del norte sino mas bien de China, India y Brasil mas que nada debido a las acuerdos por exportaciones. De este modo es que se presenta para la economía local un panorama de “viento a favor”: porque Brasil es una economía en crecimiento –comprará más a nuestro país-; porque hay bajas tasas de interés internacional a la hora de solicitar créditos externos; porque hay condiciones óptimas de intercambio; y lo más importante es que lo que exportamos tiene precios internacionales muy elevados.
El proceso histórico K no llegó a tocar ni siquiera un tornillos de la estructura económica y productiva de nuestro país. Cuando tuvo los ingresos necesarios para reorientar la economía hacia otro sector productivo –como la industria pesada- eligió seguir apostando “al caballito de batalla”: el modelo extractivo-exportador. Nuestra economía sigue priorizando al sector agropecuario, a la extracción de recursos naturales, las materias primas y la industria de los alimentos. Estos sectores fueron los que mas crecieron en estos últimos años y más competitividad tuvieron a nivel internacional, a la vez que fueron los que menos gente emplearon, a diferencia del sector industrial. Pero este “viento a favor”, al no haber un cambio estructural de la economía, puede empezar en los próximos meses de este año 2011 a sentir un agotamiento. Durante el actual ingreso desmedido de dólares fruto de las exportaciones, el gobierno K se ve obligado en su política cambiaria a continuar emitiendo billetes. Con esta perspectiva se genera un escenario de mayor inflación -imposible de solapar con los números oficiales (Indec)- y de agotamiento del gasto público en medio de un año electoral[2]-.    

Conclusiones y posibilidades
Grandes contradicciones tuvo el kirchnerismo a lo largo de 7 años y 2 períodos de gobierno. A la vez que se ha opuesto a reprimir la protesta social y se niega a extraditar al guerrillero  chileno Apablaza Guerra (FPMR), hay 4 presos políticos –Roberto Martino (FAR-MTR), José Villalba (Futradeyo –organización piquetero marginal escindida del PO), Carlos Olivera (obrero de la construcción opositor a UOCRA) y la libertaria Karina Germano López (cercana al MIR y al FPMR chileno). También hay persecución con causas abiertas a Esteche (Quebracho), Berta González (Futradeyo) y Eduardo Delmonte (CCC).
Como si esto fuera poco, además del cajonamiento de la causa por el asesinato de Darío y Maxi, el gobierno desvió la responsabilidad que le tocaba del asesinato de Mariano Ferreyra (PO), los 2 originarios de la represión de Formosa y los 4 “extranjeros” el Indoamericano. La pelota la han tirado a sectores vinculados a barras bravas, patotas sindicales y policías provinciales. Si bien el gobierno nacional no efectuó la orden de asesinato de estos 7 compañeros, en el caso de la dictadura de Insfrán en Formosa quedó amparando a los responsables brindándoles impunidad.
En las recientes elecciones catamarqueñas fue evidente como se sigue avalando la impunidad con el poder político feudal al permitir que la gobernadora electa del FPV Lucía Corpacci hiciera pública la unidad política con la familia Saadi involucrada en casos de asesinatos como el de Maria Soledad Morales.
En el transcurso de las causas contra los genocidas, Silvia Suppo -testigo clave en los juicios- fue asesinada con total impunidad seguramente por torturadores que andan sueltos. También Carlos Fuentealba, maestro neuquino y luchador, fue asesinado por el gobierno de Sobisch también sin responsabilidades políticas. Lo mismo ocurrió en Bariloche cuando mataron a Diego Bonefoi y a otros pibes de los barrios pobres. Aun hoy continúan desaparecidos Marita Verón –mas decenas de mujeres-, Julio López y Luciano Arruga.
En definitiva este proceso histórico kirchnerista, a pesar de revertir la negativa imagen institucional del Estado, no innovó sino mas bien perfeccionó las arcaicas estructuras políticas. No llegó a fundar ningún modelo de país, al contrario de la propaganda que hace. Atrajo a su proyecto a parte de la UIA, la conducción de la CGT, la vieja conducción de CTA, algunos movimientos piqueteros burocratizados (M.Evita, Frente Transversal, FTV, Tupac Amaru, MUP), grupos de DDHH, partidos y personajes de la izquierda, artistas e intelectuales “comprometidos”.
Logró con un puñado de medidas dividir a gran parte de las organizaciones sociales y políticas del país sin siquiera rasguñar los grandes intereses económicos.
Se notó durante dicho período, sin embargo, que la fuerza política kirchnerista si bien se mantuvo en crecimiento no llegó antes de la muerte de NK a generar una base social propia, homogénea y disciplinada que le saliera a dar apoyo estructural a su mencionado proyecto de país. Si esta generando apoyos e intentar consolidarlos en los próximos 4 años de gobierno, no parece que irá a llegar al punto de masas movilizadas al estilo del 45 o los 70. En ese sentido en los 70 (al menos antes de la ruptura) Perón tenía una estructura militante unificada –la JP- con los pies en el barro y hegemónica en todos los ámbitos sociales. Cuando murió K fue evidente cómo intelectuales de la talla de Feinmann, Forster y Aliverti encendieron la alarma de la escasez de militancia y base social. Todavía no se había enfriado Kirchner cuando llamaron a los jóvenes a iniciar una militancia territorial (referida a la inserción social amplia pero real).
Este período nos permitió a organizaciones como las nuestras constituirnos en varias provincias. Si bien el contexto fue favorable para algunas cosas a partir del kirchenrismo, no es el kirchnerismo el que nos permitió constituirnos, si tenemos en cuenta que este tipo de disputa, esta forma de lucha social desde abajo se constituyeron a mediados y fines de los 90 en base a la disputa de recursos públicos y presencia en las calles con autonomía de clase.Debemos reconocer que como organización durante la cotidianeidad de lo social no tuvimos que entablar disputas quijotescas con otras tendencias ideológicas militantes o movimientos hegemónicos (a modo de marcar una diferencia con lo que nos pasó en los 70). Esto en los últimos años ha sido diferente. En esto no debemos restarnos mérito militante ya que ser un anarquista social hoy es ser un bicho raro. La sociedad entera encuentra todo delegado en representantes y no hay mucho lugar para iniciativas desde abajo. No es casual la proyección de crecimiento que podemos esbozar no solo en nuestras regionales, sino también en otras provincias, pudiendo tener influencia directa sobre un gran número de personas que padecen el capitalismo y la prepotencia de la maquina de adueñarse la administración de la sociedad: el Estado. Se pudieron generar hechos como el de ayudar a instalar en la agenda pública ciertos temas como la necesidad de trabajar sin depender de los punteros (acampe en la 9 de Julio) o las necesidades infraestructurales en los barrios de Rosario (acción directa por energía a la EPE, acampe en el Monumento y corte a las Leonas). Sobre esto último pudimos hacer una denuncia pública en un lugar emblemático sobre un modelo de exclusión llevado a cabo por el Estado a la vez que generarnos trabajo semi-cooperativo e intentar solucionar cuestiones infraestructurales de nuestros barrios. Todo lo que hacemos debemos imperiosamente documentarlo, compilarlo, sistematizarlo y publicarlo como propuesta social y como referencia ideológica del momento. Debemos propagandizar lo poco que vayamos experimentando sobre poder popular en ejes tan importantes como la política, la igualdad de género, el trabajo, la vivienda, la tierra, la salud y la educación, entre otros. Es una de las maneras de multiplicar compañeros/as para crecer y no quedarnos aislados en nuestro proyecto novedoso. Quién se aísla en la coyuntura empieza a leer otra realidad.
En esta influencia que podemos tener a nivel regional y nacional, lo político ideológico (nuestra Federación) y lo social (la inserción y organización) debe ser transmitido como un modelo de construcción política viable y vigente en estos tiempos, para que la tendencia de militancia no degenere en atajos y posibilismos o mucho peor en la inacción.
Para ir concluyendo, si sigue manteniéndose una tendencia coyuntural acorde al proceso K de la última etapa, durante algunos años podremos plantearnos formación política de base y experiencias de poder popular concretas a la vez que experimentar un crecimiento en nuestras organizaciones con los oprimidos como protagonistas. Estamos sacando al anarquismo de los museos en función de construir un proyecto de revolución social. Por errores nuestros desaparecimos de la historia. No fue culpa más que de nosotros mismos. No siempre la historia nos acercó a nuestro pueblo como lo hizo nuevamente en estos tiempos. No siempre pudimos como pueblo ensayar esto que hacemos hoy. Sería un error político no aprovechar colectivamente lo que queda del otoño K para prepararnos a lo que puede venir. Hoy mas que nunca somos conspiradores y enemigos del Estado y el capitalismo, con lo que eso conlleva. Hoy mas que nunca tenemos que hacernos el aguante para dinamizar algo tan importante. Hoy mas que nunca Arriba lxs que luchan!!

FUENTES Diario La Nación, Diario Clarín, Diario Pagina 12, Diario La Capital (Rosario), Diario UNO (Mendoza), Diario Tiempo Argentino, Diario Los Andes (Mendoza), Diario El Cronista, Diario El intransigente, Prensa De Frente, Revista Acción (IMFC), Análisis coyunturales de Lima Rocha-Cavalcante, Agencia Rodolfo Walsh, Wikipedia, Cuadernos de la Biblioteca Pocho Lepratti, Indymedia, Voz Entrerriana, Periódico Hijos del Pueblo, Rebelión.org, Anarkismo.net, Red Latina Sin Fronteras


[1]           Sobre la crisis financiera: En la década del 70 había distintos regímenes sociales en el mundo, pero algo común a todos ellos era el bajo desempleo que había y un peso social y político importante de las organizaciones de trabajadores. La tasa de ganancia de los capitalistas venia entonces en baja. Para recuperar la tasa de ganancia el neoliberalismo aumento la explotación, aumentando la producción  y bajando los salarios. La creciente distancia entre lo producido y la capacidad de consumo de los salarios se cubrió entonces con créditos. A su vez la desregulación del mercado permitió crear inmensas especulaciones (capital ficticio) generando una sobreacumulación de capitales.
            La crisis financiera surge entonces porque la mayor parte de las ganancias fueron a crear todo un sistema especulativo en lugar de ser reinvertidas en la producción.
            La hegemonía neoliberal conducida por el capital financiero angloamericano, implicó que el eje financiero se asentara en esos países. Y al mismo tiempo que la producción se deslocalizará en la búsqueda de bajar los costos, extendiéndose por crecientes regiones del mundo (la industria sobre todo hacia el este asiático, los agro negocios en  argentina y Brasil, los hidrocarburos en medio-oriente y Asia central, etc. La actual crisis financiera permite que los países en los que se asentó producción competitiva (china por ej. ) tengan herramientas para proponer un cambio en el sistema financiero que trabe el flujo de excedentes hacia el capital especulativo y hacia los EEUU.   
             
[2]           Sobre el presupuesto 2011: Más allá del teatro parlamentario, el Presupuesto 2011 profundiza un esquema de política económica que supone una serie de continuidades preocupantes:
            1)Pago de la deuda externa: el estado argentino gasta un 9,8% de su presupuesto en pagar intereses de la deuda pública, un monto equivalente a 1998. Ese monto es 2 veces más que el presupuestado para educación, 5 veces el presupuesto para salud o 3 veces el presupuesto de la AUH y el Plan Argentina Trabaja juntos. Se continúa privilegiando los intereses de los acreedores
            2) Mantener bajos los salarios de los/as trabajadores/as estatales: El aumento proyectado para la masa de salarios del estado nacional es igual a 14%.Ahora bien, si la inflación real es mayor al 14% (la inflación oficial de alimentos es superior a eso en la actualidad) el aumento presupuestado en la masa de remuneraciones del sector público nacional implica una reducción en el salario real de los/as trabajadores/as.
            3) Continuar subsidiando al gran capital.: El presupuesto 2011 contempla un incremento de 22,4% en las exenciones impositivas (gastos tributarios): en particular, los regímenes de promoción económica que benefician fundamentalmente a las grandes corporaciones supondrán subsidios indirectos que aumentarían en 2011 el 30,2%, llegando a 8462 millones de pesos. Por otra parte, los gastos en el rubro servicios económicos aumentarían 10,2% y representarán 16,4% del gasto total. Estas erogaciones suponen 61 mil millones de pesos en subsidios directos e indirectos a empresas del sector transporte, energía, constructoras, etc., en su mayor parte grandes empresas. Un monto seis veces mayor que los gastos en construcción de vivienda, de servicios de agua potable y cloacas.
            4)  Continuar sin universalizar la Asignación Universal por Hijo  (AUH) y sin pagar el 82% para los trabajadores jubilados que reciben la mínima: La proyección para 2011 es que los recursos destinados a la AUH aumentarán un 20,5%.El aumento propuesto apenas si cubrirá la desvalorización provocada por la inflación real (no la oficial)
            5) Mantener la regresividad tributaria: pagan más los que menos tienen: Luego de 8 años, el gobierno insiste en sostener un esquema tributario basado en la imposición sobre el consumo popular. El impuesto al valor agregado (IVA) continúa representando la mayor porción de la recaudación (37% de los ingresos tributarios). Por el lado del impuesto “a las ganancias” (24,4% de los ingresos tributarios), sin cambios en sus estructura, se mantendrá la tendencia a la reducción en la participación de los pagos de corporaciones y grandes empresas

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